Antropología
Filosófica
Tema
4: Sensibilidad, tendencias y afectividad
Recursos: Presentación Base biológica de la
Percepción
Video Youtube Conducta Ética
Comentario textos La Intimidad
Ver textos sobre la Moda
Referencias
bibliográficas: Antropología breve, J.M. Burgos, ed Palabra, 2010, cap 2
Yepes-Aranguren, Fundamentos de Antropología, cap 3
Moda: ¡Quién te viste y quién
te ve!, Ana Sánchez de la Nieta, Ed
Palabra
1.
La Sensibilidad y las
funciones sensitivas:[1]
El conocimiento sensible. Sentidos externos e
internos
La sensibilidad es el conjunto de
órganos y funciones que posibilitan el conocimiento sensible y está
compuesta por los sentidos externos y los sentidos internos. Los sentidos son
“ventanas” de la inteligencia. La característica de este tipo de
conocimiento es que nos proporciona ciertos datos singulares y concretos sobre las cosas
materiales: éste árbol, aquella mesa, ese libro, etc. Es decir, lo particular y
sensible de las cosas materiales.
El conocimiento sensible corresponde
al nivel inferior de conocimiento, que comparte con los animales, pero este no se queda ahí. La persona tiene
como estructura:
Nivel
|
Conocimiento
|
Tendencia
|
Superior:
Espiritual
|
Inteligencia
|
Voluntad
|
Inferior:
Psíquico
|
Percepción
Sentidos
Memoria
Imaginación
|
Afectividad
Sentimientos
Emociones
Pasiones
|
Material:
Corporal
|
Cuerpo
|
Instintos
|
La
actividad cognoscitiva comienza por los sentidos externos, cuyo acto es la
sensación. Esta actividad se continúa en los sentidos internos, cuyos actos son
la percepción, la imaginación, la estimación y la memoria.
1º)
Sentidos externos (vista, oído,
olfato, gusto, tacto) parten de la realidad sensible, de la experiencia
concreta de un objeto o cosa. Captan lo material, concreto e individual de cada
una: propiedades como el color, el sonido, el olor, el tamaño o la temperatura.
Requieren un estímulo externo: luz, sonido, contacto físico …
La sensación: Capta cualidades
sensibles o accidentes particulares de los cuerpos, pero no la naturaleza,
esencia o totalidad de ellos. Son, por así decirlo, aspectos de estos cuerpos
que impresionan nuestros sentidos externos, el ruido de un motor, el azul del
cielo, etc. Estas cualidades son captadas por un receptor especializado, que es
el sentido externo respectivo (vista para el color, oído para el sonido, gusto
para el sabor y tacto para las características físicas del propio cuerpo o de
otro). Así pues los sentidos conocen objetos
adecuados a su naturaleza, a los sentidos externos corresponden los Sensibles propios: A cada sentido externo corresponde un tipo
de estímulo, luz y color a la vista, olor al olfato, ondas sonoras al oído,
etc.
La entrada de los estímulos se da a
través de los umbrales. Se denomina umbral
a la cantidad o intensidad de estímulo necesaria para que se produzca una
sensación
·
Umbral
mínimo: cantidad más pequeña necesaria para que se produzca una sensación
·
Umbral
diferencial: cantidad de estimulación que hay que añadir al estímulo inicial
para que se capte una variación en la sensación
·
Umbral
máximo: intensidad mayor que se puede captar
2º) Sentidos internos (imaginación, memoria, sentido común, estimativa)
retienen y ordenan los datos de los sentidos externos sin necesidad del
estímulo externo. Así la memoria almacena y sitúa en el espacio y el tiempo las
sensaciones; el sentido común las unifica; la imaginación las combina de forma
creativa y la estimativa valora lo conocido en función de las necesidades
vitales y se encarga de presentar a la inteligencia la imagen conocida en
cuanto que inmaterial, lo inmaterial de lo material.
La percepción se encuentra entre las
facultades de conocimiento sensible, pero no es un sentido, sino un tipo de
conocimiento. Es un proceso sensocognitivo que nos representa un objeto de una
forma global y unitaria.
Comienza por la Sensación: es acto aislado e indivisible que compone un acto de
percepción. Es, además, toma de contacto
entre sujeto cognoscente y objeto conocido a través de los sentidos externos.
Por otra parte los sentidos internos realizan la percepción relacionando y
uniendo o distinguiendo los datos de los sentidos externos. En definitiva la
sensación es la captación de una cualidad como respuesta a un estímulo. Los Sensibles comunes corresponden a los
sentidos internos que pueden captar varios tipos de estímulos.
La
percepción es estudiada de
una doble manera, con un método experimental en su base biológica, que veremos
más adelante y en segundo lugar, de modo
introspectivo en el estudio psicológico como hecho de conocimiento, que vemos a
continuación.
- En sentido introspectivo o
psicológico la percepción estudia la sinceridad de su conocimiento y
tiene como ELEMENTOS:
·
Atención: es la disposición general para
percibir
·
Acto perceptivo:
•
Estímulo: es la energía que excita los órganos
sensoriales y por los que se da la captación de la realidad externa
•
Respuesta perceptiva: se constituye en la experiencia como
campo organizado de formas –leyes de la percepción- y la dimensión dinámica de
la conciencia que se apoya en el tiempo –percepciones anteriores- y en el grado
de inteligencia.
•
En el
acto perceptivo hay que tener en cuenta que el que siente es el sujeto, no el
sentido. Siente algo distinto del sentir, las cosas, los procesos y su
interacción con ellos.
Se rige por las Leyes perceptivas y hay errores perceptivos o ilusiones: Veremos
aquí la postura de la psicología de la forma o Escuela de la Gestalt
Según esta escuela se percibe una forma o figura en una totalidad percibida
La Memoria e Imaginación (Procesamiento de la Información)
Los seres humanos son capaces de
elaborar la información tomada del entorno y devolver al entorno esa
información. Se concibe al sujeto humano como buscador activo de información.
•
La memoria: Es la facultad cognoscitiva que
sirve para traer al presente imágenes del pasado como pasado, no hay memoria
del futuro. Constituye la base del aprendizaje.
•
Metáfora
mente-ordenador: el estudio cognitivo[2]
del aprendizaje nace presidido por la metáfora del ordenador comparado con la mente
humana. La concepción del ser humano que se desprende de esta metáfora es la de
un ser con capacidad de recoger información del medio, procesarla y tomar
decisiones basadas en algún tipo de cómputo. Esta metáfora supone una analogía
funcional, no física.
•
Según
la psicología cognitiva la memoria
adquiere una importancia grande en el estudio de la mente.
-
Memoria
como multialmacén: Basado en la comparación del hombre con el ordenador, se
formula una comparación acerca de la memoria humana y, en general sobre la
adquisición del conocimiento, entendida como multialmacén: existe una serie de fases en la adquisición de la
información, que permanecería durante un tiempo en un determinado almacén
correspondiente a cada fase:
-
Memoria
sensitiva: (1ª impresión de información similar a cámara de fotos o apertura
del diafragma)
. icónica (visual)
. eóica (auditiva)
·
Memoria
a corto plazo: tiene capacidad limitada (oscila entre 7 elementos y 20 o 30
segundos) Su papel es importante porque lo que no se retiene en la memoria a
corto plazo se pierde. Para lograr que lo que se capta por la MCP –memoria a corto plazo-
pase a formar parte del bagaje de conocimiento hay que utilizar estrategias,
como agrupar información para que ocupe menos epacio.
·
Memoria
a largo plazo: no posee límites ni en su duración ni en su capacidad. Contiene
toda la información que hemos ido almacenando a lo largo de nuestra vida,
aunque conviene distinguir entre la memoria inmediata o la que requiere proceso
de búsqueda.
Memoria e identidad personal[3]
Además de la función habitual de
archivo de la información, la memoria tiene otra más importante, la formación y
constitución de la identidad personal del sujeto. La persona decide qué sector
de la información va a almacenar en su interior y, por tanto, va a constituir
su subjetividad y ser un punto de referencia de sus actividades futuras. La
atención a lo que nos gusta o nos interesa hace que se grabe de manera
inmediata en nuestra memoria, mientras que lo que no nos atrae no deja huella
en el interior. De este modo, el esfuerzo voluntario por aprender desarrolla
nuestra memoria y ofrece más recursos intelectuales y experimentales a lo largo
de nuestra vida.
Los sucesos traumáticos ponen de
relieve el papel de la memoria, tanto física como afectivamente. La memoria
anula lo que no asimilamos conscientemente y tiende a recordar lo agradable (la memoria es optimista suele
decirse).
Pero en la memoria no solo encontramos
objetos o experiencias, sino a nosotros mismos. Si no tuviésemos memoria no
sabríamos quiénes somos ni de donde procedemos. Como el hombre es un ser
temporal proyectado hacia el futuro y que huye del pasado, necesita de la
memoria para recuperar lo que deja atrás y así establecer un diálogo con lo que
fuimos y, en cierto modo, continuamos siendo.
•
Imaginación: Es una facultad humana
diferencial en relación al animal. Consiste en la capacidad de reproducir
imágenes (en colaboración con la memoria) y sobre todo de modificar o crear
otras nuevas con espontaneidad.
Funciones de la
imaginación son:
-
Reproductora:
Reproduce imágenes de la realidad, suele ser fiel a ella, aunque a veces
introduce elementos propios
-
Creadora:
crea, inventa o anticipa nuevas imágenes. Recrea un mundo fantástico diferente
al real, pero siempre se basa en datos de la realidad percibida.
2.
Tendencias y
afectividad:
Las tendencias sensibles en los animales y en el hombre se
dirigen a satisfacer las necesidades más básicas de la conservación y la
reproducción, son instintos y se dividen en dos grandes tipos: los deseos y los impulsos (que son el origen de
la conducta).
Las tendencias
sensibles en el animal que ocupa un hábitat determinado y en él encuentra una serie de dificultades y peligros, pero
también encuentran todas las facilidades y recursos para vivir. Esto quiere
decir que el animal está de manera innata, en posesión de las aptitudes
necesarias para defender su vida y la de la especie, lo que marca la vida del
animal es el instinto.
Las tendencias sensibles en el hombre como un ser
vivo, igual que el animal, tiene una posición ante la naturaleza exactamente la misma que la del animal, en
torno a lo que le sirve para la
satisfacción de sus propias necesidades. Pero lo que ya no es igual a los
animales son los instrumentos específicos de su naturaleza de los
que está dotado para la búsqueda de la satisfacción de esas necesidades
(comida, casa, vestido....) y, por lo tanto, tampoco es igual la forma de
responder ante las incitaciones del medio.
A diferencia del animal, el peso del instinto en el ser humano es menor;
gracias a su inteligencia el hombre posee la capacidad de adaptarse a las
nuevas situaciones sirviéndose del saber anteriormente adquirido. En el ser
humano las tendencias sensibles acompañan a la tendencia racional, la voluntad.
El hombre no
se limita a la satisfacción de los instintos de conservación y reproducción,
sino que añade unas finalidades más altas de tipo artístico, cultural, moral o
religioso que explican su actuación. Se especifican las tendencias en los seres
humanos en relación a la afectividad.
1. La Afectividad:
Pasamos ahora a ocuparnos de otro
nivel de la realidad humana, aquel en el
que se da una curiosa mezcla entre intelecto-voluntad y que se concreta en la afectividad.
La afectividad humana es tan importante que los clásicos la
tenían por una parte del alma, distinta a la sensibilidad y a la razón, y no
siempre en sintonía con ellas. Es una zona intermedia en la que se une lo
sensible y lo intelectual, y en la cual se comprueba que el ser humano es
verdaderamente unidad de cuerpo y alma.
Los componentes de la afectividad son tres:
-
Sentimientos: la forma habitual
de darse la afectividad es a través de los sentimientos, que son estados
subjetivos difusos que tienen siempre una tonalidad positiva o negativa
(ejemplos son: envidia, amor, amistad, odio, confianza, menosprecio). Son
estables y no imprevistos. De poca intensidad y mucha duración.
-
Emociones: Son reacciones
súbitas, inesperadas en relación a estados subjetivos concretos. Van
acompañados de reacciones fisiológicas o biológicas (sudor, palpitaciones, etc)
son más intensos y menos duraderos que los sentimientos, suelen modificar la
conducta (ejemplo de emociones son, vergüenza, alegría intensa, miedo,
tristeza, rabia, etc)
-
Pasiones: Se relacionan con
los dos estados anteriores puesto que tienen la intensidad de la emoción y la
duración del sentimiento. Tienden a cambiar la vida intelectual por la
afectiva. Son involuntarias y pueden llevar a la pérdida del control de la
conducta pues desbordan el dominio de la razón y de la voluntad. Se
caracterizan por el acaloramiento, arrebato, arranque, vivir con ardor y
vehemencia. Deben estar sometidas a la razón, sin ellas no se puede emprender
nada en la vida.
Características
generales de los afectos:
Son de naturaleza subjetiva, es decir, se
experimentan y se viven de forma personal, interior e intransferible. Por ese
motivo son difíciles de verbalizar, .... Es más fácil su transmisión mediante
gestos (llanto, risa, abrazos, etc.). Característica básica de la afectividad:
estado subjetivo, interior, personal, en el que el protagonista es el propio
individuo. Es algo experimentado personalmente por el sujeto que vive una serie
de afecciones.
Los afectos oscilan generalmente entre
dos polos opuestos. Según su naturaleza, pueden moverse entre:
agrado-desagrado; alegría-tristeza; atracción-repulsa.
Externamente se plasma en el estado de
ánimo de un individuo que es el afecto fundamental o humor dominante.
Como casi todos los sucesos provocan
una respuesta afectiva en los seres humanos. A diferencia de otras funciones
psíquicas que son vividas menos personalmente, muchos afectos suelen dejar
huellas en el psiquismo. Incluso muchas de las afecciones dejan impactos o
huellas tan fuertes que persisten en la historia vital del individuo.
Como última característica, en
consonancia con todo lo anterior, en los seres humanos los afectos condicionan
en muchos casos las relaciones interpersonales. Así, establecemos relaciones de
amistad, simpatía, desapego, hostilidad, etc., con las personas que nos rodean.
Valoración de la afectividad
Nos interesa ahora mostrar la
importancia de la vida emocional o afectiva en el modo de ser personal. La
educación de los afectos es una de las primeras tareas que toda persona humana
debe realizar, para que sus sentimientos sean los adecuados.
Captamos la realidad en forma de sensaciones,
conceptos y sentimientos. Una parte no pequeña de nuestra conducta y de lo que
sucede en nuestro interior está provocada por los sentimientos, conocemos y disfrutamos –o se nos atraganta- la realidad
porque tenemos sentimientos: el amor, la amistad y un buen puñado de
movimientos interiores que conforman nuestro estado de ánimo. Para bien o para
mal, nada pesa en la vida tanto como ellos. Y esa importancia hace que al
animal racional y social también se le pueda llamar, con toda propiedad, animal
sentimental.
Se ve la importancia de la vida
emocional o afectiva en el modo de ser personal. La educación de los afectos es
una de las primeras tareas que toda persona humana debe realizar, para que sus
sentimientos sean los adecuados.
Además,
los sentimientos producen valoraciones inmediatas, sobre todo de las personas.
Evocan determinados bienes, males, recuerdos, etc. Esta valoración espontánea
que el sentimiento provoca predispone la conducta en un sentido u otro. En
conexión con esto, los sentimientos refuerzan las convicciones y les dan
fuerza: cuando las cosas se sienten, son más nuestras..... Meter pasión a las
cosas es llenarlas de sentido, al menos desde un punto de vista biográfico.
Quien disfruta con lo que hace, quien lo hace ver, se convierte en alguien atractivo
(ejemplo de cualquier trabajo). La razón es que consigue que su vida tenga una
unidad muy plena: lo que quiere mi corazón lo quiere mi cuerpo, mi cabeza, todo
mi yo. La indiferencia provoca la muerte de lo vivo[4].
Desear que el ser humano no viva sus sentimientos
es intentar que el hombre no sea humano, que no viva también desde un punto de
vista corpóreo.
Los ánimos son cíclicos y terriblemente cambiantes:
las euforias y los desánimos se van sucediendo, sobre todo en los caracteres
más sentimentales, desdibujando el dominio de la voluntad. La conducta deja de
responder a un criterio racional y depende de cómo nos sintamos. Esto es lo que
llamamos “las ganas” (de estudiar, de trabajar, de discutir, de dar
explicaciones, etc.).[5]
Las ganas como criterio de conducta no conducen a
la excelencia, sino que nos subordinan a lo fácil, a lo que a al larga (y también pronto) decepciona. Una sociedad
sentimental es una sociedad que queda a manos de la casualidad. En ella la
gente quiere dejar de ser responsable, mientras navega en la turbia “tentación
de la inocencia”, que consiste en responder que no se quería hacer mal cuando
por seguir lo que se siente se hace una injusticia a la realidad del
mundo. El infantilismo (el miedo a crecer, a tener responsabilidades) es la
gran enfermedad de nuestro tiempo[6].
El estado de ánimo es importante, pero no lo más
importante. Exagerar la importancia del estado de ánimo conduce a poner como
instancia hegemónica de la vida humana el cómo me encuentro, y esto
indica ceder el dominio de uno mismo a un sentimiento u otro.
Ante todo lo expuesto la conclusión es clara: lo
decisivo es que haya una proporción entre los sentimientos y la realidad. Es necesario
evitar las disonancias por exceso (el sentimental) o por defecto (el cerebral).
Esto exige no engañarse en el conocimiento de la realidad, que puede ser el
origen de las frustraciones: no saber aceptar los propios límites.
[1] Ver Antropología
Filosófica, Yepes-Aranguren, cap 1, pp 30 y ss. EUNSA 1998
[2] Cognitivo:
psicología cognitiva es el estudio empírico de los procesos mentales superiores
(percepción, atención, aprendizaje, inteligencia, pensamiento y lenguaje)
[3] Antropología breve pp43-44, JM Burgos
[4] Fundamentos de
Antropología, Yepes y Aranguren,
cap 2, pg 50
[5] Ibid, pg 52
[6] Ibid, pg 53